Del asalto al empeño: bueno y barato, pero robado
- Diana Escalona
- 1 mar 2018
- 4 Min. de lectura
En México cada año se empeñan alrededor de 240 mil celulares robados de cualquier marca y precio; estos van de mano en mano hasta terminar, sin tantas trabas, en alguna de las más de mil 500 casas de empeño, que no solicitan una factura para poder empeñar.

Leslie Ceballos adquirió hace dos meses su actual celular en una de las sucursales de la casa de empeño Efectimundo: un Sony Xperia M5 que le costó dos mil pesos más barato que si lo hubiera comprado nuevo por 8 mil 999 pesos. Pagó y le probaron el equipo: “Sólo tenía un pequeño raspón en la parte lateral, pero nada grave”. Al igual que otros clientes no sabe si el celular que compró es robado.
Cada año en el país se empeñan cerca de 12 millones de teléfonos celulares, de los cuales, de acuerdo con la Asociación Méxicana de Servicios Prendarios (Amespre), 240 mil son robados.
De las 6 mil 500 casas de empeño que existen en México, más de mil 500 operan de forma irregular, es en estas últimas casas donde empeñar y comprar celulares robados es un trámite de minutos.
El problema es que en los últimos seis años la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) registró un incremento del 500% en el robo de teléfonos móviles, sin embargo, la asociación solo contabiliza aquellos que tienen un reporte por robo.
Cabe destacar que en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017, se indicó que el 72.2% de la población de 6 años o más utiliza teléfono celular. Asimismo, 8 de cada 10 personas cuentan con un smartphone, mismas que corren el riesgo de ser víctimas de este delito, además son este tipo de teléfonos inteligentes los que se comercializan en las casas de empeño.

En los establecimientos que carecen de regulación, el préstamo prendario es una forma de obtener dinero rápido debido a que no solicitan un comprobante o factura que acredite la propiedad del mismo, basta con que el celular no este bloqueado y el usuario muestre una identificación para comenzar el trámite.
De las casas de empeño que existen en el Centro de la Ciudad de México, Bazaar y Empeños Mexicanos (ambas sobre Balderas) son algunas de las que ofrecen todo tipo de smartphones desde Huawei, Motorola, Samsung hasta llegar a algunos iPhone, todos con la única garantía de “aquí te probamos el celular”.
En comparación con un smartphone nuevo un iPhone 6S de 16 GB color negro se puede encontrar por solo $5,580 pesos, incluye una parte de la pantalla rota en el lado superior izquierdo, no trae cargador. La advertencia se da desde el aparador, “En este anaquel se exhiben artículos usados, por lo mismo no se aceptan cambios ni devoluciones y estos carecen de garantía”.
Para prevenir el empeño de celulares robados, así como su venta, la Subprocuradora de Servicios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), María de los Ángeles Jasso, declaró que los establecimientos registrados ante Profeco deben emitir una alerta cuando detectan una conducta atípica del consumidor.

Con ello “se da parte al ministerio público de la probable comisión de un delito”, indicó la subprocuradora, de modo que una persona no puede llevar tres o más celulares a empeñar.
Según compradores en las casas empeño irregulares “no hay obligaciones de demostrar que el celular fue tuyo legalmente ni la empresa se compromete a probar que sea o no robado”. En algunos casos, si bien le va al cliente, le ofrecen una garantía de 30 días por el 10 por ciento del total del dispositivo que desea adquirir.
En estos casos la Subprocuradora de Servicios explicó que las casas de empeño están obligadas a informarle al comprador que el artículo no cuenta con garantía, de lo contrario y conforme a la reforma realizada a la Ley Federal de Protección al Consumidor el plazo no debe ser inferior a 90 días, “después del día 91 ya pueden venderte una extensión de garantía”, aclaró.

Si una casa con registro detecta uno o varios artículos robados deben entregar a las Procuradurías y a las delegaciones de la Profeco el nombre, domicilio, la copia de la identificación del consumidor, el tipo de bien y el importe de los artículos empeñado. De no hacerlo la institución puede establecer una multa para la casa de empeño de 700 pesos hasta 2 millones 745 mil pesos.
Aunque la Profeco es la encargada de regular estos establecimientos, y algunos están identificados por la institución, el empeño de celulares robados continua. Tan solo en 2017 clausuraron 123 casas de empeño donde se encontraron artículos que presentaban una denuncia por robo, incluyendo teléfonos móviles, además estas sucursales incumplían la NOM-179-SCFI-2007 sobre el interés y la garantía prendaria.
De acuerdo con un empleado del Nacional Monte de Piedad, los smartphones se catalogan como “varios”, asimismo, son los únicos objetos donde se solicita una factura que demuestre la propiedad, pues anteriormente Profeco ya les había identificado aparatos robados.
En el caso de los celulares, están obligados a revisar vía internet el IMEI del dispositivo para verificar que realmente no ha sido reportado como robado.
Pese a que en esta casa de empeño sólo se aceptan dispositivos móviles de marcas como Samsung y iPhone que no estén bloqueados o cuenten con una cuenta iCloud, afuera de la sucursal que se encuentra a un costado de la Catedral del Centro Histórico personas que se hacen pasar por clientes, “los coyotes”, los pueden desbloquear e ingresan su cuenta si es un iPhone para hacer el trato con el valuador.
“No puedes decirles nada porque no sabes si en verdad él le metió la contraseña o no, ahí el problema es de quien está vendiendo, el que termina pagando es el valuador”. Mientras el celular que te robaron ya está en terceras manos.
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